El 25 de mayo nos reunimos en la sede de Alboan en Gasteiz para evaluar la experiencia de Ciudadanía e Interculturalidad del País Vasco en tierras venezolanas.
Se hizo un repaso de lo que fue la experiencia conjunta vivida en Caracas en Los Teques. El intercambio de experiencias de los 10 centros de Venezuela y los del País Vasco y Navarra; y el Seminario a cargo de profesores de la Universidad de Caracas. Las experiencias nuestras las conocíamos y ellos habrán hecho allí su propia valoración. Pero su realidad, su contexto, el coraje de esos profesores y su entrega, el entusiasmo y colaboración de las madres cooperantes, y la labor de toda la comunidad escolar convencida de que entre todos pueden modificar el entorno, nos dejó conmocionados.
Pero terminada la convivencia en Caracas, el grupo se dividió y algunos fueron a Maracaibo y otros a Guayana. En ambos casos se conocieron experiencias de escuelas indígenas. En Maracaibo se visitó una comunidad wayúu que es el grupo indígena más numeroso de Venezuela y se encuentra en el estado de Zulia, península de la Guajira. Esta comunidad tiene el idioma wayuunaiki que ven en peligro de extinción. Ahora comienzan a concienciarse acerca de la importancia de enseñar en la escuela en este idioma, pero siguen sin verlo claro debido a que ha sido una lengua claramente oral que no ha trabajado la grafia ni la lectura. El contacto con los profesores vascos les llevó a interesarse por el proceso seguido en Euskadi y Navarra para recuperar y fortalecer la lengua, y éstos docentes, tras explicarles el proceso seguido aquí, les dieron su parecer sobre los pasos que debieran darse para que la lengua wayuunaiki en la escuela pueda ser una realidad.
En la zona de Maracaibo se llevan a cabo proyectos muy interesantes en los colegios de Fe y Alegria que tienden a dar salida a los alumnos-as y familias en contextos de suma violencia. Se forman escuelas de familias donde padres y madres aprenden nuevas formas de relación en el seno familiar. La radio es un potente instrumento de educación comunitaria.
Otro grupo fue a Guayana, Ciudad Ordaz, y desde allí se visitaron tanto centros de la ciudad como de la comunidad cariña.
La valoración final es que, partimos de contextos bastantes diferentes y las preocupaciones, parecen en princio, diversas también. Mientras para los centros vascos los proyectos giraban en torno a Interculturalidad, Educación en Valores y Convivencia. Para ellos el eje en torno al que giraban todos sus proyectos es la ciudadanía, ¿en qué sentido?, en cómo ser y educar en Ciudadanía en contextos de fuerte violencia, pobreza y marginalidad.
La respuesta de los docentes venezolanos a sus problemas y necesidades, donde como decían el peligro es la vanalización de la violencia, podrían resumirse en los siguientes puntos:
- Hacer un buen diagnóstico de la situación y conceptualizar qué es violencia para la comunidad.
- Crear un plan sostenido con acompañamiento (seguimiento) y evaluación externa.
- Formar en la convicción para promover una escuela asertiva
- Construir la norma de convivencia con todos los agentes de la comunidad escolar
- Promover la asamblea de clase
- Crear obsrvadores de la violencia (alumnos), que propongan medidas.
- Promover e impulsar el «buen trato»
- Humanizar la disciplina
- Administrar el conflicto
- Sistematizar las prácticas exitosas
- Formación continua de las familias y de toda la comunidad
Para que todo esto sea posible tienen que darse unas condiciones previas que son:
- La participación
- El compromiso entendido como responsabilidad, sentimiento de obligación respecto al trabajo
- y en todo momento, como defendía FREIRE : ACCIÓN, REFLEXIÓN, ACCIÓN
Para los docentes vascos ha sido enriquecedor el ver que, con medios materiales muchos más modestos que los nuestros, los docentes venezolanos logran unas dinámicas sumamente efectivas en sus colegios. Estos docentes, hay que decirlo, tienen una implicación total con los proyectos e ideario de sus centros, son sumamente creativos y han sabido dotarse de una red comunitaria que es su pilar y su fortaleza.
Ideas hemos traído muchas. Desde utilizar en clase dinámicas lúdicas para lograr cohesión y entendimiento en los grupos, el uso de la radio como elemento pedagógico y educativo, la implicación de las familias en la vida del centro, estrategías de educación para la paz, y otras muchas cosas que nos han impregnado y es dificil traducir a cosas concretas pero que, seguro, nos influenciarán a la hora de nuestra práctica docente diaria.